miércoles, 9 de octubre de 2013

Memorias de un amigo imaginario, de Matthew Dicks


Nombre: Memorias de un amigo imaginario
Título Original: Memoirs of an imaginary friends
Autor: Matthew Dicks
Páginas: 428
Serie: Volumen Único
Género: Ficción, Amistad, Juvenil
Año: 2013

Sinopsis:

Querido lector:

La novela que tienes en tus manos es especial, como Max.
La novela que tienes en tus manos es única, como Max.
La novela que tienes en tus manos es valiente, como Max.

"Max solo tiene 8 años y no es como los demás niños. Él vive para adentro y cuanto menos le molesten, mucho mejor. No le gustan los cambios, las sorpresas, los ruidos, que lo toquen y que le hagan hablar por hablar. Si alguien le preguntara cuándo es más feliz, seguro que diría que jugando con sus legos planeando batallas entre ejércitos enemigos. Max no tiene amigos, porque nadie lo entiende y todos, hasta los profesores y sus propios padres, quieren que sea de otra manera. Solo me tiene a mí, que soy su amigo desde hace cinco años. Ahora sé que Max corre peligro y solo yo lo puedo ayudar. El problema es que Max es el único que puede verme y oír. Tengo mucho miedo por él, pero sobre todo por mí. Los padres de Max dicen que soy un «amigo imaginario». Espero que a estas alturas tengas claro que no soy imaginario".





Antes de sumergirme en las páginas de este libro había leído numerosas críticas del mismo, y todas ellas (pero todas, todas) eran bastante positivas. No leí ninguna que dijera nada malo sobre él. Por ello, tenía muchas ganas de leerlo y mis expectativas estaban en lo más alto. ¿A qué me ha llevado eso? ¡A una (mini) decepción) Básicamente porque, aunque me ha gustado, me esperaba otra cosa.
“Autoconsejo, Lorena: No te fíes al cien por cien de las opiniones de los demás. Cada persona es un mundo”.


Sobre la trama del libro no voy a decir nada (voy a intentarlo, lo prometo) porque creo que es mejor que vayáis descubriéndola vosotros mismos. Solo diré que, desde mi punto de vista, se podría haber sacado muchísimo más partido al argumento sobre el que se sustenta el libro, y que aunque en general, es un libro entretenido, hubo partes que me aburrieron soberanamente.

La historia está contada por Budo, el amigo imaginario de Max, un niño de (creo recordar) siete años. Esta es una de las principales peculiaridades de la novela porque, ¿cuántos libros conocéis que estén narrados por un amigo imaginario? Para mí, este el primero, desde luego.
Budo existe porque Max lo ha creado en su imaginación y por lo tanto sólo puede verlo él y los amigos imaginarios de otros niños.  Esto le da  un toque de inocencia a la novela porque, al haber sido creado por Max, Budo es y piensa como un niño.

Esa es una de las cosas que más me ha gustado del libro, la ternura que desprenden cada uno de los personajes y especialmente Budo. Es imposible no cogerle cariño, y su historia acabará tocándote el corazoncito, sobre todo en los últimos capítulos.

El libro trata sobre numerosos temas, pero el que ha estado latente en cada una de sus páginas, ha sido el de la amistad. Nos habla de las cosas que somos capaces de hacer por la gente a la que queremos, incluso si es cosas nos perjudican a nosotros mismos.
También nos habla de los niños que son diferentes, del camino (siempre difícil) hacia la madurez y de la lucha de su familia por normalizar lo que no debería normalizarse, sino considerarse normal desde un principio. Por ello, es un libro que nos hace pensar y reflexionar sobre muchas cosas.


El estilo narrativo del autor es fresco y directo. Hace uso de un vocabulario sencillo y de unos diálogos en la misma línea. Esto aportaría una fluidez en la lectura si no fuese porque, desde mi punto de vista, a la novela le sobran unas cuantas páginas. El libro acaba haciéndose bastante lento y pesado en algunos momentos, y eso se debe sobre todo a que cuenta con partes bastante instrascendentes y algunos personajes “se repiten más que el ajo”. 

Los personajes, en general, me han gustado. Mi favorito, sin duda, es Budo. Inocente, inteligente, y con la personalidad propia de un niño de seis años (que es el tiempo que lleva junto  Max) hace que resulte un personaje de lo más entrañable.
Los demás personajes, tanto Max, como la señorita Gosk y todos los amigos imaginarios que han pasado por la vida de Budo, me han parecido personajes bastante bien definidos, aunque algunos me han resultado un “poco rollo”.

El final (aunque un tanto predecible) es precioso. Confieso que se me escaparon unas cuantas lagrimillas con las últimas frases. Aún así, es un libro que te deja con un muy buen sabor de boca y, aunque se hace pesado en muchas partes, merece llegar hasta la última página para saber cómo acaba.  

En conclusión: Memorias de un amigo imaginario es un libro entretenido en algunas partes y pesado en otras, pero con un gran mensaje y unos personajes fantásticos, que culmina en un final de infarto que te emocionará, seguro no ¡segurísimo! No te olvidarás de él tan fácilmente


3.5/5


5 comentarios:

  1. Hola!
    La verdad es que este libro me llama mucho la atención, así que espero poder leerlo pronto. :D
    Lo de la mini decepción que dijiste que te llevaste por las opiniones tan buenas de otros blogueros, te entinedo, porque me ha pasado lo mismo con el de Bajo la misma estrella... :P
    Gracias por la reseña!

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  2. Holas !
    No lo conocía ,pero lo de que este contado por un amigo imaginario ,me ha llamado la atención.

    Besos

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  3. ¡¡Hola!!

    Desde que lo vi por primera vez que me lo quiero leer!

    Gracias por la reseña!!

    Besos xx

    PD: Hay un sorteo en mi blog por si quieres pasarte a ver si te interesa jajaja

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  4. Lo tengo en casa pendiente...y bueno con que sea entretenido y me emocione algo, me conformo!
    Un beso!

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  5. Hola chuliii!
    Pues he visto opiniones muuuy buenas de este libro, pero entre una cosa y otra nunca he podido ponerme con él. A ver si me animo jeje un besito!

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